Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en basa a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas)
Descripción
En una carrera ya tan extensa y prolija como la que enarbola Pedro Guerra
siempre hay inevitablemente hueco para algún periodo menos memorable e
inspirado. Pero si El viaje ya representó en 2021 un regreso a las mejores
esencias del artista canario –sentido y sensibilidad, pálpito sereno, emoción con
poso–, este Parceiros que ahora nos propone es un ejercicio de autoafirmación
y orgullo sencillamente asombroso, un abrumador golpe en la mesa que solo
aturde en cuanto a sus dimensiones colosales, pero nos abraza y reconcilia para
siempre con un autor que ya gozaba de auctoritas y desde este momento se
vuelve incontestable. Porque, justo 30 años después de aquellas Golosinas que
se convirtieron en manifiesto fundacional para aquel Guerra solista, jovial,
prolífico y en estado de gracia, el hombre eternamente asociado al feliz hallazgo
de Contamíname acaba de completar su obra más monumental, ambiciosa,
inspirada y digna de admiración.